domingo, 13 de diciembre de 2009

Domingo

Sopla el viento. Se oyen los pajaros, la risa de un niño, de vez en cuando un auto...
Es Viña un domingo por la tarde, pero podría ser Tandil, Horco Molle, cualquier lugar. Porque los domingos a la tarde no importan los paisajes, importa el paisaje del alma. Los domingos a la tarde el mundo se aquieta y no queda mas que escucharnos y vernos; y a veces el espejo es muy grande.

No hay comentarios: